Tener una conversación con una chica (y no morir en el intento)
¿Quieres saber cómo mantener una conversación con una chica y conseguir enamorarla? ¿Sales a ligar y siempre vuelves solo porque no sabes qué decirles? ¡Olvida esos problemas con estos consejos para hablar con mujeres! Si te da vergüenza o temes quedarte sin palabras, prueba a guiarte por este artículo y nunca más te quedarás sin temas de conversación. ¡Guarda esto en tu memoria!
Consejos para hablar con una chica
Vale, te has decidido a dar el primer paso y has sacado fuerzas para acercarte a ella. ¿Y ahora, qué? Igual se te traba la lengua o eres incapaz de iniciar un tema. ¡Déjate de miedos y diviértete! De eso se trata, ¿no? Intenta mostrarte tal y como eres: si algo no te gusta, dilo; si te apetece hablar de algún tema, hazlo. No intentes impresionarla con algo que no domines y déjate llevar por la conversación.
Así escrito parece sencillo, ¿no? Al principio te costará, pero es cuestión de confianza. Prueba con una sonrisa, a ella le va a encantar ver que te estás divirtiendo y tú eliminarás cualquier tensión de la situación. Habla de cosas que te gusten sin temor a un rechazo. A veces, los gustos más frikis pueden servirle de excusa para seguir conociéndote. Y admite tus defectos con humor, ¡que se note que eres un hombre sin complejos!
Gestos que debes cuidar cuando hablas con una chica que te gusta
Además de tus palabras, cuando hablas con una chica que te gusta debes tener en cuenta los gestos, parte fundamental de la conversación. No se trata solo de lo que digas, sino de cómo lo digas. No seas demasiado tajante ni brusco, muéstrate respetuoso y muy tolerante y comprensivo.
¿Qué debes evitar en esa conversación con una chica? Cualquier imagen que le haga pensar que estás aburrido o desinteresado. No cruces los brazos, no bosteces y, por supuesto, ¡no mires tu móvil bajo ningún pretexto! Busca también en ella esos gestos: si los encuentras, mal vamos…
Recuerda que es importante mirarle directamente mientras le hablas, para que confíe en ti. Acércate de vez en cuando a ella, busca un poco de contacto con su brazo o con su pelo. Si estás en un lugar con mucho ruido, susúrrale al oído. Si te sigue el juego, prepárate… ¡La tienes en el bote! ¿A qué esperas para dar el siguiente paso?