¿Sabes qué preguntas hacer en la primera cita?
Es normal que estemos nerviosos ante una cita con el chico o la chica que nos gusta. La primera cita es fundamental para marcar el futuro de la posible relación y es lógico que quieras estar radiante para impresionar a la otra persona. Si no quieres equivocarte, aquí te dejamos algunas preguntas para hacer en la primera cita. ¡Que tu encuentro no se estropee por falta de conversación!Preguntas para la primera cita
¿Tienes miedo a no saber cómo romper el hielo? En primer lugar, no temas al silencio. Un instante de pausa puede servirte para observar a la otra persona o mostrarle una sonrisa. Pero, si ves que la situación se pone incómoda, saca un tema que de continuidad a la cita. Pregúntale, por ejemplo, a dónde le gustaría ir de viaje. ¡Igual te sirve de excusa en un futuro!
Por supuesto, muestra interés en sus aficiones. Qué música le gusta, qué deporte practica, qué libros lee o qué películas prefiere ver en el cine. Eso sí, nada de gustos políticos o religiosos. ¡Al menos de momento!
¿Quieres un poco más de intimidad? Pregunta qué le gustaría hacer si tuvierais que quedaros una semana a solas. Dile que te cuente alguna situación embarazosa que haya vivido o pídele que te diga qué le ha gustado de ti a primera vista. Según el grado de confianza que vaya tomando, pueden ser preguntas divertidas y útiles para una primera cita.
Preguntas que no debes hacer en una primera cita
Igual que debes saber qué preguntas hacer en el primer encuentro, debes tener claro qué cosas no debes sacar a la luz. A veces, la cita se estropea por no saber controlar la lengua… Seas hombre o mujer, ciertos temas pueden ser motivo de que la relación no llegue a buen puerto. ¡Evítalo!
No preguntes por su sueldo o por su riqueza personal. Ni quieras muchos detalles de tu trabajo. Eso incomoda mucho para una primera cita, ya lo sabrás más adelante si la cosa funciona.
No le preguntes demasiado por sus planes de futuro: si quieren casarse, si planean tener hijos, etc. Puede sonar a desesperación y prisa. Y, por supuesto, ¡no preguntes por su peso! Ni por su talla. Si te ocurre como medida para romper el hielo, mejor quédate en silencio.
¿Has tomado buena nota? Ahora podrás superar tus miedos y con estas preguntas para la primera cita tienes motivo más que suficiente para proponérsela. ¡Buena suerte!
