Cómo buscar novio y no morir en el intento
No t e gusta estar sola. O sí, pero ya lo has disfrutado y sientes que es el momento de tener pareja. En cualquier caso, estás buscando novio. Y, como muchas veces ocurre, te cuesta: no acabas de dar con el hombre indicado, o la cosa no funciona con los que lo parecen.¡Paciencia! No te vas a quedar sola, ni serás una solterona para siempre, ni acabarás devorada por tus pastores alemanes, como imaginaba la díscola Bridget Jones.
¿Cuál es tu ritmo?
Lo primero que debes hacer es conocer tu propio grado de urgencia. No es lo mismo “estar abierta a una relación” (que podría darse, por ejemplo, desarrollando una amistad interesante con un compañero de estudios o de trabajo) que estar “a la caza”.
El amor acaba llegando: antes o después te cruzarás con alguien que te impacte. Pero si buscas novio ya, tendrás que ser más proactiva. La opción clásica es ir de fiesta o de copas para conocer gente. La opción más eficaz, sin embargo, es empezar por los sitios de citas, como Latino Meetup. En ellos puedes tener una primera impresión de los chicos, conocer a grandes rasgos sus gustos y aficiones, y empezar a detectar pequeños detalles que te atraigan. ¡Es la mejor forma de acelerar las cosas!
¿Qué es lo que quieres exactamente?
“Quiero un novio”. Ya. Pero, ¿qué clase de novio? ¿Buscas una relación sin más? ¿Un amigo especial con quien mantener relaciones ocasionales? ¿O un novio con el que comprometerte a largo plazo?
Aunque parezca obvio, es importante pensarlo antes de empezar a buscar, porque el perfil de hombre que busques debe responder a tus necesidades.
Empieza el show
Ok, ya le has echado el ojo a un chico, ¡ha de ser tuyo! Es el momento de dar los primeros pasos. Tener la primera cita, las primeras conversaciones… es el momento de detectar si surge la química o no surge, y de hacer una primera evaluación. ¿Es tu tipo? ¿Te interesa lo que dice, y te gusta cómo lo dice? Y al revés: ¿parece él interesado en ti? ¿Lanza señales? ¿Se le ve nervioso?
¡Al ataque!
Si la respuesta es sí, y tras los primeros contactos ves que la cosa tiene posibilidades… ¡no dejes que el tema se marchite! Hay hombres lanzados que te entrarán directamente, pero también los hay tímidos, o demasiado respetuosos, o que sencillamente no captan las señales, y si tienes que esperar a que se te declaren, te van a salir todas las canas. Si te gusta, y crees que a él le gustas, lánzate. Díselo, o cógele la mano, o bésale, sin más. Cuando las palabras cuestan, el cuerpo siempre acude a nuestro rescate.