Citas después del divorcio: lo que NUNCA debes hacer
Cuando se termina un matrimonio siempre se pasa una primera mala fase. Los años de vida compartida, los hijos engendrados, los proyectos frustrados… todo ello pesa y nos parece que va a ser imposible superarlo. Pero se supera, claro, como todo, y antes o después estarás saliendo de nuevo al mundo en busca de nuevos amigos y relaciones, y, si se tercia, nueva pareja.Sobre lo que debes hacer en esa primera cita, tienes aquí en nuestro blog varios textos que interesarán. Pero en esta ocasión, vamos a hablar de lo que NO debes hacer en esas citas después del divorcio. ¡Atentos!
1 – No hables de tu ex
No quiere decir eso que lo/la escondas, forma parte de tu pasado, y es normal que se le pregunte a un divorciado. Pero si te pasas la cita explicando lo mal que lo has pasado, lo mal que se portaron contigo, y se te ve iracundo… la sensación que tendrá la persona delante de ti es que no lo has superado todavía. Y es la peor manera de intentar empezar una relación. Si no puedes evitarlo… es que aún no estás preparado/a.
2 – No escondas realidades
Básicamente, hay una realidad que comparten muchos divorciados, y que a veces se “esconde” para no asustar en la primera cita: los hijos.
Bien, esconderlos es un error. Forman parte central de tu vida, y para cuando tengas la cita con esa persona, ya debería saber que tienes hijos… o no debería pasar de esa primera cita para saberlo. Si se asusta y nunca más te llama por el simple hecho de tenerlos, es que esa persona no era para ti.
Pero si te lo callas y se entera a posteriori, lo que conseguirás es cargarte una relación que podía haber ido bien: esa mujer o ese hombre se habrán hecho sus esquemas sobre ti en los días anteriores, y esta revelación tardía los tirará al suelo y generará desconfianza.
3 – No juzgues
Cuando te casaste por primera vez tenías unas expectativas sobre tu pareja, pero ya no eres esa misma persona. Has madurado, has vivido lo mejor y lo peor, conoces algo mejor a las personas, y te conoces un poco mejor a ti mismo/a. Pon todo ese conocimiento en práctica, ya sabes que los humanos somos complejos. No hagas un catálogo de “todo lo que debería tener mi nueva pareja”, porque nadie es perfecto ni se amolda a listas cerradas. Dale una oportunidad a las nuevas personas que entren en tu vida, sin juzgarlas según tu experiencia previa.
4 – No abrumes
Una persona divorciada acumula problemas: aspectos legales, económicos, sentimentales, problemas con el/la ex, con los hijos, con los padres cada vez más ancianos. Derramar toda tu cuota de problemas sobre tu cita conseguirá arruinarla. En especial si se trata de alguien no divorciado, o más joven, que ha acudido a la cita buscando pasar un buen rato, y se ha visto abrumado/a por una montaña de problemas que le son ajenos.
¿No habíais quedado para divertiros y daros una oportunidad? Pues disfrútala y deja atrás los problemas por un tiempo. Recuerda que estar divorciado, al final, es tan solo un estado civil escrito en un papel.
